Por fin hemos conseguido que la Consellería concrete su oferta económica, aunque seguimos luchando para asegurar lo que cobraremos en 2018 y, sobre todo, para dejar bien atado que al final percibiremos el 100% de lo aprobado para el Consell.
Esta oferta de la administración no es para echar cohetes, si bien supone un principio para nuestra carrera profesional y demuestra una vez más que la presión sindical es efectiva, especialmente si se realiza en unidad de acción.
El presupuesto para este concepto en 2017 asciende a 1.500.000€, que según la administración se repartirán por cuerpos de la siguiente forma:
Los requisitos para cobrar estas cantidades serán los siguientes: ser funcionario titular, con más de cinco años de antigüedad y participar de forma activa en los procesos formativos que se impartan sobre Nueva Oficina Judicial y otras herramientas informáticas (como por ejemplo Cicerone)
Desde STAJ consideramos totalmente insuficiente esta oferta, máxime si tenemos en cuenta que los funcionarios del Consell ya están cobrando este año una cantidad superior, que encima se duplicará en 2017. Además, hemos reclamando que el cobro se inicie a partir del próximo mes de enero y que no se deje al margen a los funcionarios interinos, puesto que ya existen sentencias que reconocen su derecho al cobro.
Exigimos a la administración valenciana que termine de una vez por todas con esta discriminación hacia los funcionarios judiciales. Si pretende tener un personal de justicia motivado e implicado con todo el esfuerzo que supondrá el cambio a la Nueva Oficina Judicial, deberá poner sobre la mesa una oferta económica que nos garantice el 100% de lo aprobado para el resto de Consellerías.
No nos conformaremos con excusas ni pretextos, y menos ahora que acabamos de ver como aplican una generosa subida salarial a un colectivo elitista como el de Abogados de la Generalitat. Esperamos avances claros en la próxima mesa sectorial. De lo contrario lo que nos estaría diciendo entre lineas la administración es que nos considera funcionarios de segunda y que no constituimos una prioridad para ellos. Confiemos en que no sea el caso, porque eso nos llevaría inevitablemente a una escalada de la confrontación y pondría en serio peligro la paz social.