- El BOE de 16 de junio publica una nueva convocatoria de subvenciones para las organizaciones sindicales.
- STAJ, un año más, renuncia a solicitar cualquier tipo de subvención a la que pudiéramos tener derecho en nuestra condición de sindicato representativo del sector Justicia.
Desde STAJ
nos mantenemos firmes en nuestra política de austeridad y, un año más,
renunciamos a percibir cualquier tipo de subvención. No sólo entendemos
que la financiación de los sindicatos debe provenir exclusivamente de
las cuotas de sus afiliados, sino que entendemos que en un momento en
que aún no han desaparecido todos los recortes, y en el que además
reclamamos mejoras salariales para los funcionarios de justicia, no es
oportuno que los sindicatos percibamos ningún tipo de subvención.
Antes, debe recuperarse para todos los empleados públicos las cantidades que nos fueron injustamente sustraídas desde el año 2010
y que no se recuperan en absoluto con el reciente acuerdo firmado en
Mesa general. Los Funcionarios de Justicia hemos perdido mucho dinero
desde entonces con la excusa de la crisis económica, que ha supuesto al
menos entre 100 y 150 euros de media cada mes según los cuerpos y antigüedad: entre 10.000 y 15.000 euros acumulados.
Cantidades que aún no han sido devueltas, y que STAJ no cesará en reclamar, antes que recurrir a subvenciones que no solucionan nada.
Consideramos
que más allá de facilitar locales sindicales dentro de los centros de
trabajo y los medios mínimos indispensables para desarrollar en ellos la
actividad sindical, obligación de todo empleador según establece la Ley
Orgánica de Libertad Sindical y el propio Estatuto Básico del Empleado
Público, las subvenciones constituyen un gasto innecesario que es
urgente suspender e incluso suprimir, junto a otros muchos gastos
superfluos e innecesarios que este sindicato ya ha denunciado en
multitud de ocasiones.
Por todo ello, además de renunciar a las subvenciones, desde STAJ exigimos la recuperación plena de todo lo hurtado a los funcionarios públicos en nombre de la crisis.
Los Trabajadores, primero.